Os parecerá mentira y absurdo que os diga que tengo un sexto sentido. Me es igual que os lo creáis o no, yo sé lo que digo y lo que tengo y no tengo nada para demostrarlo porque no se puede, porque seguiríais sin creerme. ¿Sabéis? No es fácil hacer como si no me importase el que no me creáis, porque daría todo para que os lo creyeráis pero no tengo nada que demostrar como ya he dicho. Sí, tengo un sexto sentido. Puede que haya muchas personas así pero os contaré mi caso.
Tengo la mayor intuición que os podéis imaginar, sé cuando las indirectas van hacia mi, no me digáis el porqué, pero me doy por aludida a todo lo que creo que vaya por mi. Tengo esa capacidad de saber cuando me voy a encontrar con alguien o cuando no, tengo la intuición de saber las cosas sin que me lo digan. Es eso, un sexto sentido: La intuición.
Hay gente que no me cree y se piensa que me lo ha tenido que decir alguien, pero sé yo misma que no, que es mi intuición. Y de verdad... se me hace muy duro tener esto porque me tomarán como una mentirosa.
Tengo la mayor intuición que os podéis imaginar, sé cuando las indirectas van hacia mi, no me digáis el porqué, pero me doy por aludida a todo lo que creo que vaya por mi. Tengo esa capacidad de saber cuando me voy a encontrar con alguien o cuando no, tengo la intuición de saber las cosas sin que me lo digan. Es eso, un sexto sentido: La intuición.
Hay gente que no me cree y se piensa que me lo ha tenido que decir alguien, pero sé yo misma que no, que es mi intuición. Y de verdad... se me hace muy duro tener esto porque me tomarán como una mentirosa.
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